Si me preguntaran por una boda íntima, familiar y con gusto, pondría este ejemplo.

Cristina y Fabián celebraron su boda en el Monasterio del Paular (Rascafría, Madrid) en el mes de Noviembre. ¿Quién dice que las bodas tienen que ser en verano? El entorno de la sierra de Madrid, unido a la espectacularidad tanto del interior como del exterior del monasterio, se convierte en las delicias de un amante de la arquitectura y de la naturaleza como yo.

La ligera lluvia que cayó durante la mañana desapareció en el momento en el que Cristina entró en escena, mientras Fabián aguardaba en el altar. Su vestido de novia lucía unos detalles en las mangas y en uno de los hombros que lo hacían sencillo pero tremendamente elegante. Como guinda del pastel, unos zapatos Just-Ene violetas que otorgaban el contraste al conjunto de una forma armoniosa. 

Cristina y Fabián son amantes de la buena comida. Les encanta descubrir restaurantes emergentes que pronto reciben Estrellas Michelín. Decidieron en el día de su boda compartir esta pasión con su familia, realizando un banquete íntimo con ellos en el Restaurante KOMA, situado en el hotel La Torre Box Art (Collado Mediano, Madrid).

A modo de agradecimiento por hacernos partícipes de su historia, hicimos un pequeño homenaje a la fabulosa comida que sirvieron en el banquete en forma de fotografías. Algo que no suele ser habitual en los reportajes de boda, pero consideramos que un aspecto tan importante para ellos no podía pasar desapercibido en uno de los días más importantes de sus vidas.

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